lunes, 23 de febrero de 2009

EL CAMBIO DEL SISTEMA ECONÓMICO ACTUAL ES POSIBLE

Verdaderamente, si nos paramos a reflexionar, vivimos en una sociedad totalmente sectaria que nos aliena, nos condiciona y nos manipula. Pero como sabemos que la sociedad capitalista en la que vivimos se nutre principalmente del consumo indiscriminado, sería necesario empezar cambiando nuestro punto de mira a la hora de consumir, haciéndolo de forma selectiva y responsable. A nuestro modo de ver, deberíamos aplicar en la medida de lo posible, eficaces criterios de consumo responsable que más adelante detallaremos.

Una vez hayamos adoptado de forma paulatina, estos nuevos criterios de consumo inteligente, notaremos que al principio dedicamos algo más de tiempo en consumir lo necesario, pero que es de sobra compensado con el ahorro de tiempo no invertido en compras prescindibles. Por otra parte, si evitamos los gastos innecesarios, ahorraremos dinero y seremos cada vez más libres, liberándonos poco a poco del esclavizador círculo vicioso al que continuamente nos invita este sistema capitalista: “vivo para trabajar, trabajo para consumir y consumo para vivir”.

Podríamos decir que, el consumo con consciencia, nos permitirá romper ese círculo vicioso del trabajo que nos genera estrés, que a su vez nos genera impulsos hacia compras de compensación y que, asimismo, nos obliga a aceptar trabajos o mantener el que tenemos, en condiciones de precariedad, para poder continuar pagando una cantidad creciente de gastos: hipotecas que en muchos casos son más altas de lo que una economía familiar puede soportar, créditos a veces innecesarios y otros muchos gastos superfluos e inútiles de productos y servicios que consumimos porque están rebajados o por el simple “placer” de consumir.

Básicamente, como consumidores conscientes, podemos participar activamente en un gran proyecto global que ya está funcionando, sobre la corrección del sistema económico actual, y que posibilitará su evolución hacia uno nuevo. Esta nueva alternativa de economía global ya está naciendo, siendo necesario que la apoyemos mediante la búsqueda de fórmulas de financiación éticas, que nos permitan cubrir necesidades y cumplir proyectos, sin necesidad de caer en las redes del sistema financiero. Todos sabemos que las entidades financieras nos facilitan dinero a corto plazo mediante préstamos, que a veces pedimos para poder pagar o cancelar préstamos anteriores. Con ello, lo único que conseguimos es perpetuarnos como eternos deudores de un sistema económico y financiero, controlado y dirigido por élites de poder de ámbito supranacional.

Por otra parte, cuando tenemos dinero ahorrado y lo confiamos a una entidad financiera para que nos proporcione una buena rentabilidad, estamos posibilitando las siguientes dos consecuencias: En primer lugar, del beneficio total que obtengan los brokers (expertos del mercado de inversiones) del banco o caja de ahorros, una pequeña parte revertirá sobre nosotros y la mayor parte irá a parar a las arcas de dichas entidades, que asimismo podrán reinvertir de nuevo en el mercado especulativo, esta vez para su exclusiva rentabilidad. En segundo lugar, nuestra inversión y las que realice la propia entidad financiera con el beneficio que obtienen de nuestro dinero, cotizarán directamente en bolsa o en cualquier otro mercado especulativo según sea el riesgo de la inversión. Esto alimenta enormemente al sistema capitalista, porque detrás de la mayoría de valores que cotizan en las bolsas mundiales están las empresas transnacionales o multinacionales, que harán todo lo posible por maximizar beneficios y minimizar costes para que sus acciones coticen al alza.

El capitalismo salvaje está en grave crisis y ello, en esta era de globalización tecnológica, propiciará que al fin podamos abordar con éxito este ambicioso proyecto de cambio global. Pronto, empezaremos a comprender que el verdadero poder y la Soberanía no está en los gobiernos-estado, ni siquiera en el pueblo (este término es demasiado genérico y ambiguo). En última instancia, la verdadera Soberanía reside en cada uno de nosotros, siendo nuestra gran responsabilidad ejercitarla en mutuo respeto y apoyo hacia los demás, sin necesidad de intermediarios, pero bien enfocada, coordinada y dirigida hacia el más preciado objetivo común que todos deseamos: vivir en un mundo donde reine para todos el Amor, la Justicia, la Paz, la Libertad, la Prosperidad, la Igualdad, la Solidaridad, el Compartir,…

Por fin ha llegado el momento del cambio. Por fin ha llegado el momento de empezar a gobernarnos a nosotros mismos. Por fin llegó la hora de empezar a ejercitar libremente nuestra Soberanía individual.